Para la detección precoz de problemas de almacenamiento a bajo coste, proteja su almacén con nuestros sensores inalámbricos de CO2 para la supervisión del grano. Ayudan a detectar problemas en el silo o el almacén, como infiltraciones de agua, el comienzo de moho o grano que intenta calentarse.
Nuestros sensores no sólo miden el CO2, sino que también controlan la temperatura y los niveles de humedad, proporcionándole la información crítica necesaria para evitar daños en los cultivos.
Ventajas:
Detección temprana de grano caliente, moho
e insectos.
4 veces más rápido que los sensores cableados
20 veces más cobertura de superficie que los sensores cableados
Sistema de alerta temprana por SMS en caso
de problemas
Problemas comunes de almacenamiento
Granos pegados a las paredes
Los problemas de moho en las paredes aparecen a menudo en los silos de soja. El grano ligeramente demasiado húmedo, combinado con los fríos días de otoño y la falta de ventilación en la cosecha, son causas que favorecen la condensación en las paredes.
Grano calentado y núcleo del silo
Incluso después del secado, el grano almacenado en un silo sigue corriendo el riesgo de calentarse. El grano roto acumulado en el centro del silo, compactado durante el llenado, complica la ventilación. Cuando las temperaturas son cálidas (20°C) en el momento de la cosecha, el grano que sale del secadero puede alcanzar los 25-28°C. A esta temperatura, el grano puede seguir transpirando, lo que puede provocar rápidamente un desbordamiento térmico y el sobrecalentamiento del grano.
Condensación en el techo
A medida que el grano se enfría, el aire caliente y cargado de humedad que sale de la masa de grano puede condensarse en el techo del silo, ¡incluso a 10°C! Esta condensación puede crear gotas de agua. Con el tiempo, si estas gotas caen sobre el grano, la capa superior de grano se endurecerá y formará una costra.
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