Sonda de suelo portátil EM31 series

de conductividadde profundidad

El EM31-MK2 cartografía variaciones geológicas, contaminantes de aguas subterráneas o cualquier característica del subsuelo asociada a cambios en la conductividad del terreno. Utiliza una técnica electromagnética inductiva patentada que permite realizar mediciones sin electrodos ni contacto con el suelo. Con este método inductivo, se pueden realizar sondeos en la mayoría de las condiciones geológicas, incluidas las de alta resistividad superficial, como arena, grava y asfalto. Las mediciones de conductividad del terreno (cuadrafásica) y susceptibilidad magnética (en fase) se leen directamente desde un registrador de datos DL600 integrado (que puede extraerse fácilmente de la consola para la transferencia de datos). La presentación gráfica en tiempo real (RT) de los datos durante la recogida es posible conectando un ordenador directamente al puerto de salida RS232 del panel frontal con un cable de interconexión RS232 opcional. La profundidad efectiva de exploración es de unos seis metros, por lo que resulta ideal para la caracterización geotécnica y medioambiental de emplazamientos. Las ventajas importantes del EM31-MK2 sobre los métodos de resistividad convencionales son la velocidad con la que se pueden realizar los sondeos, la precisión con la que se pueden medir pequeños cambios en la conductividad y la lectura y recopilación de datos continuas mientras se atraviesa la zona de sondeo. Además, el componente en fase es especialmente útil para la detección de estructuras metálicas enterradas y material de desecho. El EM31-SH es una versión "corta" del EM31-MK2 que proporciona una profundidad efectiva de exploración de unos cuatro metros. Con una menor separación entre bobinas (2 m) y un peso más ligero, el EM31-SH ofrece mejoras en la sensibilidad a objetivos más pequeños cercanos a la superficie, la resolución lateral y la portabilidad