La función principal de todos los sensores de flujo de savia es medir los cambios de temperatura a lo largo del árbol tras aplicar calor a un punto específico. Este proceso se basa en el principio de que el calor aplicado es transferido por la savia que se desplaza por el árbol, y la velocidad de transferencia de calor se correlaciona con la velocidad de flujo de la savia.
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